• Genaro García Luna capturó y liberó a El Mayo Zambada hace 15 años, según se plasma en un corrido
  • El corrido de Cachuy Rubio arroja una nueva versión detrás de la historia del secuestro del vuelo 576 que sacudió a México en el 2009

Redacción/Sistema de Noticias CAMBIO 22

El 9 de septiembre de 2009 el vuelo 576 de Aeroméxico que voló del aeropuerto internacional de Cancún al aeropuerto Benito Juárez, de la Ciudad de México, fue secuestrado según la versión oficial, por un fanático religioso.

El avión despegó del principal destino turístico del país a las 11:38 hora local y se esperaba que aterrizara en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a las 13:50 horas.
A bordo del avión se encontraban 112 personas, entre ellas extranjeros de Estados Unidos y Francia.

Los secuestradores, tres hombres identificados como bolivianos, exigían hablar con el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa. Alegaban poseer un paquete con cinta adhesiva y cables que describían como un dispositivo explosivo improvisado.

La Embajada de Bolivia en Ciudad de México negó inicialmente cualquier participación de sus ciudadanos en el acto.

Sin embargo, a la par Genaro García Luna en ese entonces Secretario de Seguridad Pública Federal, recibió información acerca de que el narcotraficante cofundador del Cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada, se encontraba a bordo del vuelo.

De inmediato montó un operativo con más de 700 efectivos para capturar al más poderoso e importante capo que en ese entonces operaba en México, Ismael Mario “El Mayo” Zambada García.

El narcotraficante logró evadir la detención gracias a una “serie de llamadas al más alto nivel” que finalmente orillaron a García Luna a soltarlo.

El presidente Felipe Calderón calificó los hechos como “un momento de prueba para todos, para la sociedad y el gobierno”.

Cuando el supuesto secuestrador del avión fue interceptado, en su poder se encontraron dos latas de jugo de fruta llenas de tierra y adornadas con bombillas de luz, un artefacto no explosivo. El secuestrador fue condenado a siete años de prisión, sin embargo, luego de que se argumentara que era un enfermo mental un tribunal retiró la sentencia y el supuesto secuestrador desapareció. No hay rastro de él en alguna institución de salud mental.

La Versión Periodística de la Época

José Marc Flores Pereira, de 44 años y nacionalidad boliviana y reside en México desde hace 17 años.

Un pastor boliviano que dijo actuar por inspiración divina secuestró un avión de la empresa Aeroméxico que unía Cancún y Ciudad de México, en un incidente que duró más de una hora y concluyó sin víctimas en el aeropuerto de la capital, se informó oficialmente.

El secuestrador, quien portaba una biblia, dijo a las autoridades que actuó por “una inspiración divina” ya que “había tenido una revelación de que México estaba ante un peligro, ante un terremoto”, informó en rueda de prensa el ministro mexicano de Seguridad Pública, Genaro García Luna.

Sin embargo, jamás abundo sobre los otros tres acompañantes y la otra detención y más relevante que fue la del líder y fundador del cártel de Sinaloa.

La Versión del Corrido

“[…] Era el jefe de jefes con el apodo del Mayo, ya la daba por un hecho Genaro García Luna, se repartieron el queso antes de ordeñar la vaca, devolvieron los ascensos se quedaron con las ganas […]”, este es un fragmento de un corrido interpretado por Cachuy Rubio que, si bien apenas cuenta con 1,500 reproducciones en YouTube, contaría una de las historias de corrupción más grandes de los últimos años.

El tema, lanzado el 4 de septiembre de 2020, arrojaría luz sobre los lazos entre el grupo del narcotráfico del Cártel de Sinaloa con el Gobierno de México, particularmente en el periodo del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, con un pasaje tenso entre Ismael El Mayo Zambada y el entonces titular de la Secretario de Seguridad Pública (SSP), Genaro García Luna.

“Era un mega operativo instalado por la Sedena, 700 elementos en esa terminal aérea”, comienza la canción de 2 minutos con 24 segundos. La historia que narra remonta a uno de los episodios más raros ocurridos en México, cuando el 9 de septiembre de 2009 el vuelo 576 de Aeroméxico fue secuestrado por, según la versión oficial, un fanático religioso.

El avión despegó del Aeropuerto Internacional de Cancún a las 11:38 hora local y se esperaba que aterrizara en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a las 13:50 horas. A bordo del avión se encontraban 112 personas, entre ellas extranjeros de Estados Unidos y Francia.

Contrario a otros secuestros de aeronaves que han ocurrido en la historia, todos los pasajeros fueron liberados una vez que el avión aterrizó en la capital, donde fue conducido a una sección aislada de la pista 23L. Reporteros en el lugar observaron cómo los pasajeros desembarcaban y eran llevados en autobuses, mientras fuerzas de seguridad fuertemente armadas rodeaban la aeronave.

Los detalles revelados por las autoridades mexicanas y los medios locales, como Televisa, presentaron un panorama de tensión y terror.

Los secuestradores, tres hombres identificados como bolivianos, exigían hablar con el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa. Alegaban poseer un paquete con cinta adhesiva y cables que describían como un dispositivo explosivo improvisado.

En una declaración radial, Hernán Villatoro Barrios, sempiterno diputado local del PT en Quintana Roo que se encontraba en el vuelo, sostuvo que el secuestrador había portado una biblia y proclamado una serie de profecías.

La respuesta gubernamental fue inmediata, con una reunión de emergencia nacional en curso, mientras que las fuerzas de seguridad evacuaban a la mayoría de los pasajeros en autobús. Las autoridades tomaron medidas rápidas y, a las 14:56 hora local, la Policía Federal se adentró en la aeronave, tomando a cinco individuos en custodia sin disparar un solo tiro.

La Embajada de Bolivia en Ciudad de México negó inicialmente cualquier participación de sus ciudadanos en el acto. Sin embargo, pronto se clarificó que José Marc Flores Pereira, conocido como “Jósmar”, había sido identificado como el principal autor del secuestro.

Genaro García Luna informó en una conferencia de prensa que Flores Pereira tenía antecedentes de encarcelamiento en el penal de Santa Cruz de la Sierra, en su país de origen.

Flores Pereira, cuyas alegaciones místicas y religiosas incluyeron una advertencia en torno al día “9/9/09″ —considerado por él como una inversión del número satánico 666—, afirmaba divinas motivaciones para el secuestro, con le objetivo de advertir a Felipe Calderón que no se llevaran a cabo las celebraciones del Día de la Independencia, augurando un gran terremoto el 16 de septiembre.

Cuando Flores Pereira fue interceptado, en su poder se encontraron dos latas de jugo de fruta llenas de tierra y adornadas con bombillas de luz, un artefacto no explosivo. El secuestrador fue condenado a siete años de prisión, sin embargo, luego de que se argumentara que era un enfermo mental un tribunal retiró la sentencia.

La otra versión de la historia

Aunque esta historia se ha mantenido como la narrativa oficial, la trama que se cuenta en el corrido de “Se quedaron con las ganas” de Cachuy Rubio da cuenta de una versión totalmente distinta a lo ocurrido ese miércoles del 2009.

El relato contado en la canción sugiere que García Luna recibió información acerca de que el narcotraficante cofundador del Cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada, se encontraba a bordo del vuelo, por lo que el llamado “súper policía” fue avisado de esta situación y quiso aprovechar, por lo que puso manos a la obra para la captura.

El periodista Alejandro Almazán, quien entrevistó al cantante sinaloense, apunta en un artículo publicado en Milenio que el narcotraficante logró evadir la detención gracias a una “serie de llamadas” que finalmente orillaron a García Luna a soltarlo. En ese entonces, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ofrecía una recompensa de 10 millones de dólares por su captura.

Según le confesó Rubio a Almazán, en ese tiempo una persona que trabajaba con Zambada García lo contactó y le entregó el corrido para que lo grabaran, pues querían regalárselo a El Mayo. La canción ya tenía luz verde del capo.

Sobre el secuestro del avión, el presidente Felipe Calderón calificó los hechos como “un momento de prueba para todos, para la sociedad y el gobierno”.

Y lo que es un hecho, es la presencia de El Mayo Zambada García en Quintana Roo y Yucatán como lo hizo desde la década de los noventa del siglo pasado cuando radicó de manera permanente por más de 5 años en Cancún…

Pero esa es otra historia…

  • Letra completa de “Se quedaron con las ganas”
  • “Era un mega operativo instalado por la Sedena
  • 700 elementos en esa terminal aérea
  • por el informe de un dedo que quiso ganarse una feria
  • el informe era correcto un hombre de cuarenta y tantos y de señas muy notorias: blanco y muy bien conservado
  • que era el jefe de jefes con el apodo del Mayo
  • ya la daba por un hecho Genaro García Luna
  • se repartieron el queso antes de ordeñar la vaca
  • devolvieron los ascensos se quedaron con las ganas
  • ( y no se hizo viejo, ahí pa’la otra)
  • gabinete de seguridad desvirtuaron al informante
  • logística e inteligencia cuando llegó aquella aeronave
  • retiraran aquella orden nadie supo nadie sabe
  • rueda de prensa fallida sin artista no hay noticia
  • yo tengo mi propia agenda, oiga señores de la milicia
  • general de 5 estrellas de esos que traigo en mi lista
  • querían juntar al cachorro con el jefe de la manada
  • hasta ofrecieron intercambio prometen no cumplen anda
  • Vicente es de sangre real de la dinastía Zambada”.
https://youtube.com/watch?v=V4X3jlsauKs%3Ffeature%3Doembed

Versión periodística que publicamos en ese año de los sucesos:

En un operativo relámpago, las fuerzas de seguridad tomaron el control y liberaron a los 104 pasajeros del vuelo 576 de Aeroméxico, que llegó en horas de la tarde al aeropuerto capitalino Benito Juárez tras haber partido desde el balneario internacional de Cancún, sobre el Caribe mexicano.

El detenido, identificado como José Marc Flores Pereira, de 44 años, de nacionalidad boliviana y residente en México desde hace 17, explicó tras su arresto que su “inspiración divina” estaba relacionada con la fecha del 9 de septiembre de 2009, ya que si los números de “9-9-09 se colocan al revés es 6-6-6” (relacionado con el anticristo), añadió el secretario.

Las demandas planteadas por Flores Pereira fueron “sobrevolar el aeropuerto siete veces y una entrevista con el presidente Felipe Calderón”, añadió García Luna al precisar que el secuestrador advirtió que llevaba un “artefacto explosivo, que resultó ser un artefacto simulado”.

“El gobierno de la República declara bajo control” la situación y “todos los pasajeros han sido evacuados sanos y salvos; no hay bomba en el aparato”, había dicho horas antes el ministro de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, luego del operativo de rescate que duró apenas tres minutos.

Sobre los otros cinco detenidos que hubo en el operativo relámpago, García Luna se limitó a decir que se siguieron los “procedimientos de seguridad” para evitar que eventuales cómplices del secuestrador se “infiltraran” entre los pasajeros.

Imágenes de televisión habían mostrado que seis personas fueron sacados esposados del aparato y trasladados a un autobus policial.

“Se intervino en la situación de crisis y se logró el desalojo de todos los pasajeros a salvo. Los órganos de seguridad del estado están realizando las investigaciones pertinentes”, dijo Molinar Horcasitas.

Las aerolíneas mexicanas no habían sufrido secuestros desde noviembre de 1972, cuando una nave fue tomada por presuntos guerrilleros izquierdistas, quienes pedían la liberación de cinco de sus compañeros. En esa ocasión, se negoció la liberación de los pasajeros.

Luego de aterrizar en el aeropuerto Benito Juarez procedente de Cancún, el avión fue conducido a un sitio alejado del resto de las operaciones donde permaneció rodeado por fuerzas especiales, hasta que se produjo la liberación de los pasajeros.

Leonardo Sánchez, uno de los voceros del aeropuerto, explicó a la prensa que “la amenaza se originó en pleno vuelo”.

“Nos enteramos al momento de aterrizar, nos informaron que el avión lo tomó un pasajero, lo informó la tripulación por radio. Todo estuvo muy tranquilo, no hubo armas, no hubo disparos”, dijo Rodrigo Padilla, uno de los pasajeros del avión secuestrado.

Otra pasajera, Adriana Romero, describió que “no hubo gritos, nadie lloró, no hubo una crisis de nervios” entre el pasaje.

Una vez finalizado el secuestro, los pasajeros, añadió la mujer, fueron conducidos a un área aislada para realizar las primeras indagatorias.

Las televisoras locales mostraban imágenes de policías de élite con trajes antiexplosivos que revisaban minuciosamente equipajes de los pasajeros que fueron colocados en la pista.

El presidente Felipe Calderón tenía previsto llegar al aeropuerto por la tarde para realizar una gira de trabajo por el estado de Campeche, pero esta fue aplazada por unas horas.

Fuente: Infobae/Milenio/Sistema de Noticias CAMBIO 22
Publicado originalmente en https://diariocambio22.mx/