“En memoria de Berta: que tu voz se siga escuchando en cada río liberado, en cada comunidad en lucha”.
Por: Jorge Tadeo Vargas.
Berta Cáceres.
En 1997; en el primer encuentro internacional de afectados por las presas que se llevó a cabo en Curitiba, Brasil; representantes de más de 20 países decidieron conmemorar el 14 de marzo como el día de acción global en defensa de los ríos; coordinando así el objetivo de alzar las voces de las comunidades afectadas por mega-proyectos que ponen en riesgo nuestras cuencas hidrológicas; además de exigir una gestión equitativa y sustentable de los ríos.
En los siguientes 19 años de que se ha llevado a cabo este llamado al Día de Acción Mundial en Defensa de los Ríos; las acciones globales organizadas cada año superan las centenas; así como los países participantes. Acciones tan diversas como diversas las organizaciones, los grupos de base, los movimientos nacionales y regionales que participan en esta acción conjunta; que si bien en un inicio la mayoría eran comunidades afectadas por algún proyecto hidráulico como son las presas hidroeléctricas o los acueductos, en la actualidad esta diversidad va de acuerdo a las nuevas embestidas que el modelo de producción-consumo hace contra las poblaciones humanas y la naturaleza con lo que en los últimos 19 años las resistencias se han expandido hacia la extracción, la devastación y privatización de los bienes comunes naturales que ha traído como consecuencia un aumento en la crisis hídrica a nivel global.
Ahora; en este 2016 a un año de cumplir a una veintena de acciones anuales coordinadas en todo el mundo; ¿La situación ha mejorado? ¿Cuál es el estado actual de nuestras cuencas y ríos? Esta sigue siendo crítica. Más de la mitad de nuestras cuencas hidrográficas tienen un nivel de contaminación irreversible a mediano plazo que además está relacionado con actividades directas del modelo extractivo como son mineras, cementeras, agroindustria, maquiladoras entre otras. Los mantos acuíferos en todo el mundo está sobreexplotados a más de su capacidad de recarga; sumado que los efectos del Cambio Climático en los océanos no permiten una recarga regular y constante de dichos mantos; que a su vez comienzan a dar muestras de contaminación alarmante. El crecimiento desmedido y no planificado de las ciudades sin ningún plan de gestión de sus recursos con lo que entra una competencia entre el campo y la ciudad donde esta última basa su gestión de aguas en la política del derroche y que no entran planes de gestión sustentable y/o sostenible, sino todo lo contrario son de un desperdicio mayor.
Limpieza del Río Sonora, Agosto 2014. Foto: Alonso Castillo.
Muy a pesar de la necesidad de mantener un equilibrio entre el agua azul (el agua que necesitamos las poblaciones humanas para nuestros procesos) y el agua verde (la que necesita la naturaleza) las políticas que se imponen desde el sistema van más encaminadas a la privatización; a la extracción que a enfoques ecosistémico que nos ayuden a mantener los sistemas hídricos sanos y en buen funcionamiento.
Esta política hidráulica fomentada por los gobiernos tiene serias repercusiones en la naturaleza y las comunidades humanas; especialmente aquellas que viven cerca de los ríos y que estos son parte fundamental de su forma de vida. La crisis hídrica promovida por el mismo modelo de producción-consumo de la cual este modelo se beneficia aprovechando al máximo soportable de nuestras cuencas y nuestros océanos; que tienen ya más de un 75 por ciento de explotación, socializa los costos socio-ambientales y económicos; internalizando los beneficios en unos cuantos. Esta es parte de la estrategia del sistema para mantener su hegemonía.
Rio San Pedro, cerca de El Venado.
Nayarit. Mexico.
Así como en los últimos 20 años el sistema Neoliberal y su cara más salvaje como lo es el capitalismo en manos de las corporaciones transnacionales; incluso dentro de aquellos gobiernos que ostentan el título de “gobiernos de izquierda” ha ido aumentando su presión hacia la extracción y la privatización de los bienes comunes estratégicos dentro de los cuales se encuentran los bienes naturales como son las cuencas hidrográficas; de la misma forma, las comunidades que ven en riesgo la perdida de sus territorios, de sus culturas, sus costumbres, en fin de todo lo que forma parte de su ser como comunidades y su relación con la naturaleza que en algunos casos es una relación armónica y en perfecto equilibrio desde hace cientos de años; se ha ido organizando todo esto que les da identidad y que se resume en el concepto de territorios y donde los ríos; las cuencas juegan un papel muy importante en la identidad de estos pueblos; por lo que su defensa es la columna vertebral de las luchas contra el modelo de producción-consumo y a casi 20 años de conmemorar las resistencias mundiales en defensa de los ríos, esta defensa se nutre de cientos de comunidades que luchan por mantener sus ríos vivos. Sus luchas no son ya solamente contra la construcción de presas hidroeléctricas; de acueductos; ahora las luchas son más amplias; son contra un modelo que nos tiene en una crisis sistémica que ya no aguanta más, contra un sistema que se apodera de nosotros y nos exprime la vida.
Mural con el rostro de Betty Cariño.
La defensa del agua significa la defensa de la vida contra cualquier proyecto extractivo, privatizador y que van en aumento. Son cada vez más comunidades las que se organizan desde lo local; desde lo más en corto como son los organismo comunitarios de agua; la agricultura familiar entro otras formas de resistencia que nos da por resultado una defensa global que de poco a poco va construyendo alternativas reales a este sistema. Alternativas que nacen desde el más profundo conocimiento que tienen estas poblaciones de sus territorios y lo que necesitan para sobrevivir.
No obstante estas resistencias, que aunque han logrado victorias considerables, también el sistema han incrementado su criminalización a los luchadores sociales, ha aumentado la violencia para las comunidades en lucha. Solo en la última década la cantidad de activistas comunitarios presos, exiliados, asesinados en todo el Sur Global suman más del millar. El sistema ha pasado factura por cada una de las victorias que las comunidades han logrado. A pesar de todos estos obstáculos, las resistencias continúan creciendo sobre los intentos de detenerlas. Aquí solo queda citar a Betty Cariño, férrea activista comunitaria asesinada por el sistema el 27 de abril del 2010: “Nos tienen miedo porque no les tenemos miedo” y no hay nada más peligroso que comunidades decididas a defender su territorio contra viento y marea.
Este 14 de marzo cientos de comunidades en todo el mundo saldrán a las calles a celebrar sus defensas, sus logros, sus luchas de manera conjunta; recordándonos que su lucha es por la vida; que la resistencia por tener ríos libres, es para tener un planeta vivo.
Foto principal: Río Sonora, en octubre de 2014, dos meses después del derrame de lixiviados de la mina de Cananea, propiedad de Grupo México.
