Aunque, al parecer, ya se resolvió el problema de falta de apertura de grupos en la carrera de Químico Biólogo Clínico producto de la presión generada por los estudiantes, aún queda otro problema por resolver, que es la desprogramación de un gran número de maestros horas sueltas, para quienes esta semana será clave para saber si pierden temporalmente su fuente de trabajo o se resuelve favorablemente este conflicto.
Nomás en el departamento de Matemáticas se habla de poco más de 15 profesores a quienes no se les ha asignado un solo grupo, por lo que están en riesgo de no trabajar este semestre, lo cual les acarreará una serie de problemas económicos y de seguridad social, ya que pierden el derecho a ser atendidos por el ISSSTESON.
El problema surge a raíz de una decisión que tomaron las autoridades universitarias de ponerle un límite al número de grupos que ofrecería cada departamento. Así, por ejemplo, el departamento más afectado por esta decisión fue el de Matemáticas que vio reducida la apertura de grupos en 11, lo cual impactó sin duda en la oferta laboral y consecuentemente en la desprogramación del sector más débil laboralmente hablando, los maestros de horas sueltas. Si a eso le agregamos la disminución de cinco grupos de materias de matemáticas impartidas por la carrera de Químico Biólogo Clínico y otros seis grupos de la carrera de Ciencias de la Comunicación, se empieza a explicar el origen del conflicto.
Aunque el problema de la desprogramación se dio a conocer desde noviembre y se enfatizó en los últimos días laborales de diciembre, poco a nada se hizo al respecto a pesar de que un grupo de profesores acudimos al sindicato para plantear nuestra inconformidad. Ante tal situación, el primer día laboral de este año, el pasado lunes 6 de enero, algunos maestros acudimos a las oficinas de rectoría para solicitar una Audiencia con el Rector, quien nos recibiría el jueves 9 a la una de la tarde. Le hicimos ver nuestra preocupación de haber sido afectados por la decisión de limitar la apertura de grupos y le planteamos la necesidad de que se revisara a fondo las consecuencias de tal política y se resolviera a tiempo este problema que podría desbalancear la programación respecto al siguiente semestre. Esto es, podría darse el caso de que el primer semestre del año se presente la desprogramación y en el segundo haya una sobreoferta, lo cual traería otro tipo de problemas, como la falta de espacios para impartir las materias que se demanden. A pesar de que el Rector mostró disposición para resolver nuestra problemática, muy poco se avanzó en ese sentido en lo que restaba de la semana; por lo mismo, esta semana será clave para los maestros de horas sueltas desprogramados.
Hay un caso especial que también fue planteado y que pareciera tratarse de un tema de discriminación laboral, se trata del caso del Dr. Horacio Antolín Pineda, quien a pesar de haber sido distinguido por Conacyt al nombrarlo candidato a integrarse al Sistema Nacional de Investigadores es tiempo de que ni siquiera le han ofrecido un grupo para que continúe impartiendo clases en la Universidad de Sonora, todo ello a pesar de que hay un acuerdo del Colegio Académico donde se establece que se debe brindar todo el apoyo posible para que se les otorgue, al menos, una plaza de tiempo completo determinado mientras persista esa condición.
Semana clave, pues, para saber el destino laboral que tendrán poco más de 50 profesores desprogramados, si tomamos en cuenta a toda la Universidad. Más de 50 familias que se verían afectadas de continuar el estado actual de las cosas. Esperemos que la buena voluntad mostrada por el rector se traduzca en soluciones y se resuelva de fondo la problemática planteada.
Por: Isabel Dorado Auz.*
*Miembro de Amigos y Amigas del Parque Madero, Ciudadanía Activa y es maestro universitario.
Email: auz3@correom.uson.m