Por: Rosa María O Leary

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Compañero minero:
No pertenezco a la familia minera, pero si pertenezco a la clase trabajadora, a la familia de trabajadores, me he sentido parte de los compañeros mineros que lucha por la reivindicación de sus derechos, el contrato colectivo de trabajo, ese por el lucharon y murieron algunos mexicanos patriotas.

He visto como han pasado casi 9 años esperando justicia a través de una huelga determinada ilegal por los gatos del sistema, que a toda verdad saben que es totalmente legal, puesto que la fuente generadora del trabajo ahí está, generando riqueza para los explotadores de Grupo México.

He visto como han envejecido, como sus familias se han disgregado unas y permaneciendo unidas otras, como han seguido soportando en base a la lealtad y sobre todo a saber que están en lo cierto, a pesar de que el sistema una y otra vez les han querido hacer sentir de que están en el error.

4Cananea ha sido sitiada, los mineros han sido encarcelados, golpeados, amenazados, sin embargo han resistido.
Han mostrado una lealtad a su líder en el que creen y que seguramente está consciente de que han envejecido, porque no es lo mismo estar en Canadá que en Cananea y que igual no es lo mismo el paso de 8 años de cualquier trabajador en el activo, que el de un minero que aunque no esté laborando, éste ya dejó parte de sus pulmones, de su vida y la de sus familias en esa mina.

Napoleón Gómez Urrutia sabe perfectamente de su lealtad y lo menos que debe hacer es decirles la verdad ¿qué está pasando? él no debe de ignorarla, no la ignora, por lo tanto, lo que debe hacer Napoléon Gómez Urrutia es decirles la verdad, si seguirán recibiendo el apoyo que les dan o si ya no los van a apoyar, decirles hasta aquí llegamos, esto se acabó, para que ustedes decidan qué hacer.

Ocho años no se tiran a la basura, menos cuando están enfermos, boletinados para que no se les de trabajo en ninguna parte, cuando se les quiere erradicar de su tierra, viejos y enfermos, su compañero Napoleón Gómez Urrutia debe hablar al respecto.

Con el respeto y afecto de siempre a los mineros de México y sus familias.

Independiéntemente del pago de las utilidades que ya debieron de haberles pagado, pero de las cuales el gobierno se hace tonto y sigue rindiendo pleitesía a Grupo México.