Por: Isabel Dorado Auz

Eso es lo que le pedimos al gobernador del estado, Alfonso Durazo. Que se vea la diferencia entre lo que fueron los gobiernos prianistas y la propuesta innovadora de Morena en Sonora.

Desde que resultó electo, hemos buscado una Audiencia con Él para ponernos de acuerdo y regresarle a la ciudad capital ese gran espacio verde que tanto necesita, La Sauceda. Hasta ahora, ha sido imposible que seamos atendidos directamente. En una ocasión, nos recibió, apresuradamente, el presidente del Congreso, Jacobo Mendoza, e hizo compromisos que todavía no cumple. También, nos recibió Heriberto Aguilar, secretario de infraestructura y desarrollo urbano, quien amablemente nos anunció que se destinarían recursos el próximo año para la Sauceda, pero nada dijo acerca de como pretendían canalizarlos. Fuimos atendidos por el secretario de Gobierno, Álvaro Bracamontes, y la secretaria de Desarrollo Social nos ha convocado n veces a una reunión con Ella, mismas que invariablemente se han cancelado, a excepción de una primera donde nos atendió Alma Limón. Hemos dicho, una y otra vez, que no se requieren grandes cantidades de dinero para recuperar La Sauceda, cuando hay el interés y el compromiso de muchos ciudadanos de aportar su grano de arena para lograrlo, se requiere solo de tomar la decisión correcta.

La Universidad de Sonora pide a gritos una nueva ley, pero las mafias incrustadas en la administración y en el sindicato le siguen apostando a solo barnizar la ley Beltrones, por eso pretenden quedarse con la ley impuesta en 1991 y solo hacerle algunas pequeñas modificaciones para seguir destinando una buena parte del presupuesto al sostenimiento de la Burocracia Dorada. Pareciera que persiste la intención de no regresarnos la Autonomía arrebatada y que Morena, en Sonora, no pretende emular lo que se hizo en la Universidad Autónoma de Zacatecas y en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. La decisión que debe tomarse es muy sencilla, borrar cualquier vestigio del control neoliberal que se ejerció sobre las Universidades Públicas.

En el caso del ISSSTESON, seguimos siendo los trabajadores adheridos a esa institución los que continuamos pagando las consecuencias del gran atraco llevado a cabo por los gobiernos prianistas. No se ve la intención de llamar a cuentas a todos los que se vieron envueltos en actos de corrupción y, más bien, pareciera que se pretende cubrirlos con un manto de impunidad. Persiste el déficit de medicamentos, aunque parece que eventualmente podrá resolverse, y las pensiones se han estado pagando de manera diferida. El servicio médico sigue con deficiencias por lo que se requiere asumir el control total de la institución y destinar recursos desde el Congreso del Estado para recuperar a tan noble institución.

Bahía de Kino sigue pidiendo una explicación sobre la obra de drenaje que les impuso Célida López, hoy premiada como futura secretaria de turismo. Debe transparentarse todo el proceso de la obra y que se tomen cartas en el asunto.

Dicen que comunicar es lo que mejor debe hacer un buen gobierno si quiere refrendar el apoyo obtenido en las urnas. Sin embargo, no se ven cambios significativos en los medios públicos. Salvo el espacio cedido a Libara Radio, los jueves por la tarde, Radio Sonora y Telemax continúan con los mismos vicios del pasado, negando a los grupos organizados de la Sociedad Ciivl el derecho a dar a conocer lo que están aportando en la construcción de un mejor Sonora para las nuevas generaciones. Negar ese derecho en Telemax, por ejemplo, para que se difunda la propuesta de Nueva Ley para la Universidad de Sonora, no habla bien de un gobierno que pretende ser democrático.

Pueden justificarse muchas cosas en estos primeros meses de gobierno, pero ya deberían perfilarse los grandes cambios que se requieren y hacerlos coincidir con la propuesta de presupuesto del próximo año. Sonora ya merece un gobierno que responda a los intereses del Pueblo y no a los intereses de los tradicionales grupos oligárquicos de la región.