En su  último boletín informativo la REDIM y la CODENI, advierten sobre el preocupante aumento del Trabajo Infantil en México.

Cristina Campos/Perimetral

Santiago vive actualmente en Tapalpa, Jalisco y comenzó su vida laboral desde los 13 años.

El como muchos otros adolescentes al sur de Jalisco, consiguió su primer trabajo en una huerta de aguacate en el rancho de San Martín y no, no es el único niño.

En ese primer empleo tuvo que soportar condiciones complicadas de clima y de transporte, teniendo que trasladarse a la huerta en tractor aunque estuviera lloviendo.

En los siguientes empleos Santi dejó de laborar en el campo y comenzó a trabajar en el sector de servicio al cliente como lavaplatos en un restaurante y luego fue «bartender» y mesero.

Si bien ha tenido que cumplir con jornadas de más de 12 horas seguidas, Santi considera que su salario lo vale, me contó que una tercera parte se la entrega a su mamá y lo demás lo utiliza para solventar sus estudios en el bachillerato y el ejercicio.

En los empleos que ha tenido, en algunas ocasiones, el trato diferente por su edad es para bien: permitiéndole salir antes del horario o exigiéndole menos que a las personas mayores de edad.

Pero reconoce que las largas jornadas y el cansancio posterior no le permiten tener tiempo y energía para dedicarse a otros gustos como aprender otro idioma o completar sus tareas extraclase.

Diferenciar niñez empleada de trabajo infantil

El pasado 12 de Junio se conmemoró el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil.

La Red por los Derechos de la Infancia (REDIM) y el Colectivo Pro Derechos de la Niñez (CODENI) se posicionaron porque se reconozca a las infancias trabajadoras y que se aborde el trabajo infantil en México desde una perspectiva que respete más y criminalice menos.

Ambos colectivos piden al Gobierno mexicano y a las instancias responsables que los derechos de los niños, las niñas y adolescentes sean garantizados.

Ponen el foco en aquellos sectores en donde las infancias se vuelven más vulnerables a la desigualdad, discriminación y pobreza, lo cual podría llevarles a explotación laboral o reclutamiento delincuencial.

La deuda de México con las infancias

En su  último boletín informativo la REDIM y la CODENI, advierten sobre el preocupante aumento del Trabajo Infantil en México.

Según los datos recabados por la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI 2019-2022) del INEGI, esta situación aumentó del 11.5% al 13.1%

El 3.7 de los 36.3 millones de niñas, niños y adolescentes registrados hasta el 2022 trabajan.

Las organizaciones civiles apuntan a que en Jalisco, Guerrero e Hidalgo, se concentra el mayor aumento de niñas, niños y adolescentes en situación de Trabajo Infantil.

Ante estas cifras, la REDIM y la CODENI, reiteran sus exigencias al Estado mexicano para:

●      Reconocer a las infancias trabajadoras y abordar el trabajo infantil con políticas públicas no criminalizantes.

●      Dignificar a las infancias trabajadoras como un paso crucial para garantizar sus derechos y proteger a las poblaciones más vulnerables.

●      Combatir la pobreza, la desigualdad y la violencia, factores que impulsan el trabajo infantil.

●      Fortalecer la educación de calidad y la protección social como herramientas para prevenir el trabajo infantil.

●      Erradicar el trabajo infantil explotado y promover condiciones laborales dignas para niños, niñas y adolescentes.

La diferencia que nos ofrece la REDIM y la CODENI entre Trabajo infantil y e Infancia trabajadora, nos invita a ampliar nuestra perspectiva al respecto.

Aunque las infancias también tienen derecho de decidir el trabajar o no, es importante que nos involucremos en observar que las condiciones de estos empleos sean dignas y respetuosas a sus derechos humanos.


Publicado originalmente en Perimetral @perimetralp