#DiasdelFuturoPasado 88
Por Jorge Tadeo Vargas
Mientras que el mundo entero se mantenía en una pandemia/cuarentena causada por el COVID-19 del cual muchos teóricos incluso predecían el fin del capitalismo, el Internal Displacement Monitoring Center (IDMC) publicó su informe global sobre desplazamientos forzados y/o refugiados ambientales, en el cual informan que por causas relacionadas a la crisis climáticas, la contaminación, el acaparamiento de territorios han sido desplazados más de veintitrés millones de personas en todo el mundo. La mayoría de estos desplazamientos fueron internos, aunque la cantidad de externos (de país a país) aumentó, en un porcentaje mayor.
Estas cifras son las mayores registradas en toda la historia de la humanidad, por lo que desde este escenario vale la pena recordar lo que muchxs investigadores aseguran, que una persona residente del Sur Global, tiene seis veces más de probabilidades de perder su casa como consecuencia de alguna emergencia causada por un fenómeno natural que alguien que vive en el Norte. Incluso aquellos que ya son vulnerados por el propio sistema.
Tampoco está de más mencionar el informe “Género y Cambio Climático: un diagnóstico de situación” que menciona que más del ochenta por ciento de las desplazadas son mujeres, niñas o ancianas. Estos desplazamientos están cada vez más ligados a emergencias socio-ecológicas, despojo de territorios y a la crisis climática, por lo que el primer paso se da en el desplazamiento dentro de los propios países, generando círculos de miseria alrededor de las ciudades, dando como resultado un aumento de las zonas de sacrificio y servidumbre. Por estas causas, los daños a la salud ambiental y humana se van concentrando en ciertas regiones, donde los desplazados forzados o refugiados ambientales se van asentando.
Aunque el desplazamiento forzado no es algo nuevo y ha ocurrido en toda la historia de la humanidad, en esta crisis climática estos han ido en aumento, por lo que todo indica que el incremento de refugiados ambientales se irá dando año con año, a la par con los eventos que los causan. Esto debería de ser prioritario para los gobiernos, sin embargo el tema de los desplazados no es negocio, por lo que se mantienen en las negociaciones de los Mercados de Carbono y las medidas de mitigación.
Si a estos desplazamientos le sumamos toda la carga de impactos que llevan consigo, el problema se magnifica, por lo que la seguridad en todo sentido se ve afectado, desde la alimentaria con la subida de precios, la falta de alimentos (casi siempre por la distribución) hasta la socio-ecológica con un crecimiento desordenado de las ciudades y el aumento de la zona de sacrificio.
Veamos un ejemplo concreto en México. La ciudad de Tabasco se encuentra a menos diez metros del nivel del mar, es decir, se encuentra por abajo del mar, esta es una de las razones de sus recurrentes inundaciones en la temporada de lluvias. Esto sumado a la mala gestión hídrica, la convierte en una candidata perfecta para desaparecer bajo el mar en los próximos años.
La primera pregunta es ¿Qué pasará con los más de dos millones de habitantes de la ciudad? Fácil respuesta. Serán desplazados hacia otras ciudades dentro del Estado o hacia otras regiones del país, incluso se prevé que se desplacen a otros países. La segunda pregunta es ¿Dónde está la supuesta política climática de parte del gobierno en sus tres instancias? Bueno, pues no existe, ya que se ve una falta de planeación para cuando esto ocurra y que lamentablemente no es la única ciudad que está en riesgo, por lo que en los próximos años, el desplazamiento forzado en México irá en aumento. De nuevo, no hay una política climática al respecto.
Con la cuarentena/pandemia en que vivimos especialmente los privilegiados que pudimos quedarnos encerrados en nuestras casas, desde la realidad construida en las redes sociales/internet con el capitalismo de plataforma vendiendo espejismos, obviamos esa parte de la población muy vulnerada por el sistema de clases y el modelo de producción-consumo que realmente la pasó peor, dentro de este momento paranoico en el que hemos vivido en los últimos dos años.
El sistema nos pasó la factura y algunos siguen pagándola. No fue que la naturaleza encontrará su rumbo, esa es una mentira con la que intentamos no ver a toda la gente que ha intentado sobrevivir en estos nuevos tiempos. El sistema cobró muchas víctimas y lamentablemente van en aumento.
Desde Ankh-Morpork
Junio 2022
*Jorge Tadeo Vargas, escritor, ensayista, anarquista, a veces activista, pero sobre todo panadero casero y padre de X.
Está construyendo su caja de herramientas para la supervivencia.
