*El diagnóstico es compartido por la UNICEF en México, organismo que cooperará para un “retorno seguro” a clases.

El confinamiento y la falta de convivencia con sus amigos en las escuelas ha afectado el desarrollo de los niños, su salud emocional y ha generado un incremento en la violencia familiar, los homicidios y las violaciones, según el estudio “Impacto de la pandemia en niñas y niños” hecho por la Secretaría de Gobernación y presentado esta mañana por Alejandro Encinas en la mañanera. El subsecretario de Derechos Humanos recalcó que es urgente abrir los espacios educativos para “resarcir las afectaciones por el confinamiento”, pues “las escuelas son espacios de formación y de convivencia que permiten prevenir y detectar los otros tipos de violencia.”

En una batería de expositores sobre el tema en la conferencia mañanera del presidente, la maestra Delfina Gómez, Secretaría de Educación, abrió la tanda dando la voz a Fernando Carreras, nuevo representante en México del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, organismo que acompañará a las instituciones mexicanas en el proceso de regreso a clases.

Carreras Castro empezó diciendo que en el mundo hay mil millones de niños de regreso en las aulas, unos 750 millones a punto de volver y 150 millones que no han vuelto. De esos, 37 millones son mexicanos.

“La decisión de comprometerse a un retorno seguro es un acontecimiento importantísimo, es un gesto de valor mundial de México, en el mundo se está celebrando”, dijo Carreras, y agregó: “Todos queremos cuidar a los niños, esa es la labor de UNICEF, por eso hemos ofrecido una cooperación, en cuatro frentes:

  1. Acompañar a la SEP en el desarrollo de los protocolos, pues tenemos ya la experiencia de otros países. No será cosa de un día, ni de una semana, sino de un mes, será un mes de aprendizaje para los niños, los padres, maestros y para todos, donde la higiene de manos, sana distancia, el uso de cubre-bocas serán los protocolos mínimos.
  2. Monitoreo de la situación de los centros educativos. Trabajaremos en conjunto un sistema de información y monitoreo de todas las escuelas para ver donde hay problemas y atenderlos. La pregunta no es si va a haber o no focos infecciosos en las escuelas, la pregunta es ver cómo hacemos un manejo efectivo y eficiente de ellos.
  3. Cooperaremos en la comunicación, que todos tengamos la información correcta, creíble y más confiable, con mensajes positivos dirigidos a maestros, padres y niños.
  4. Recuperación de aprendizajes, en todos los países se ha sufrido pérdida de aprendizaje. Necesitamos recuperar la normalidad de salud mental de los niños y niñas. Ha sido un período de estrés, ha sido terriblemente cortante en su desarrollo personal y afectivo. Esa parte es incluso más importante, recuperar la afectividad para que vuelvan sentirse seguros.

Por su parte, Alejandro Encinas presentó el estudio titulado “Impacto de la Pandemia en Niños y Niñas”. El documento se hizo en coordinación con distintas dependencias del gobierno, para evaluar el impacto de la pandemia, buscando el interés superior de la niñez.

“Las condiciones de confinamiento, la limitación de movilidad, la suspensión de clases, ha generado graves afectaciones, en las etapas de desarrollo y salud mental, falta de convivencia comunitaria y segregación social, afectación en su proyecto de vida por deserción y desigualdad, incremento en la vulnerabilidad ante la violencia intrafamiliar, los homicidios infantiles y los embarazos en menores de edad.”

“La deserción escolar según del INEGI fue de 5.2 millones de estudiantes que no se inscribieron en el ciclo 20-21, de esos 3 millones son niños, por el Covid-19 o por falta de recursos. Otra fuente es el Sistema de Estadísticas Continuas de la SEP, que es consistente, pues indica que en el ciclo 20-21, están matriculados 35.6 millones, pero se registró una caída de 2.6% en educación básica, 3.1% en educación media 0.8% en educación superior.”

“La violencia familiar registró un incremento significativo durante la pandemia, registrándose máximos históricos de marzo a junio de 2021. Durante el primer semestre de 2021, se registraron 129 mil 20 carpetas de investigación por violencia familiar; lo que representa un incremento del 24% respecto al mismo periodo del año anterior revirtiendo la tendencia descendente en el delito. El 81% de las víctimas fueron a niñas y adolescentes, víctimas de violencia sicología, sexual, física, de abandono, económica.”

“Actualmente nacen cada día más de1,000 bebés hijos de madres niñas y jóvenes. En 2020 hubo 373,661 nacimientos de madres adolescentes, de las cuales 8,876 son hijos de niñas menores de 14 años. Las ahora madres de entre 10 y 14 fueron embarazadas por un amigo, un familiar, un desconocido o el ex novio, la mayoría pro violaciones o por matrimonios arreglados.”

“Datos de RENAPO señalan que 4 de cada 100 nacimientos son de niñas madres menores de 17 años. Las defunciones por embarazo, parto o puerperio en adolescentes mujeres de 15 a 17, ocupa el 6º lugar en motivos de muerte.”

“Entre el 2018-2021 ocurrieron 4,400 homicidios de niños, en 2020 el homicidio fue la tercera causa de muerte de niños y la sexta en niñas, pero es la primera causa en adolescentes de entre 15 y 17.”

“En 2020 hubo 1,150 suicidios de niños, una cifra nunca registrada, la tasa aumentó en 12% del 2019 al 2020 llegando a su máximo. La conducta suicida subió de 3 al 6% entre el 2018 al 2020.”

“En desapariciones, tenemos que entre el 2020 y el 10 de agosto de este año hay 4,325 menores extraviados, 470 son niños y 3,855 son niñas y adolescentes entre los 15 y los 17 años. Son, presumiblemente, víctimas de trata.”

“Desde los DDHH consideramos urgente abrir los espacios de convivencia y educativos, que permitan que los niños empiecen a resarcir las afectaciones por el confinamiento. El regreso a clases es una medida preventiva importantísima, las escuelas son espacios de formación y de convivencia que permiten prevenir y detectar los otros tipos de violencia; es necesario abrir los espacios públicos, las bibliotecas, los museos, las actividades deportivas, para fomentar esta convivencia de la que han estado ausentes”, terminó diciendo Encinas.

Por su parte, Nayeli Ramírez Hernández, de la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX presentó la Consulta Nacional de Niñas, niños y adolescentes #CaminitoDeLaEscuela, en la que participaron 37,764 infantes y adolescentes de todo el país, de entre los 5 y los 17 años, en un cuestionario en línea y  267 de primera infancia, menores de 5 años, a través de dibujos.

De entre las respuestas, destacan que 7 de cada diez quieren regresar, 2 de cada 10 dice  que no y 1 está indeciso. Los niños de primaria son los que más quieren regresar, y los que contestaron que sí en menor medida, aun siendo mayoría, son los de educación media superior.

A la pregunta “¿Qué les hace feliz de regresas a la escuela?” El 48% contestó que “estar con los amigos”, el 37% “entender mejor lo que se les enseña”, el 26% “que me den clases” y el 22% “salir de casa”.

A la pregunta “¿Qué les preocupa de volver a la escuela?” El 50% contestó “que no usen cubre-boca”, al 28% “que cualquiera se enferme”, 28% “que vuelvan a cerrar la escuela” y al 18% “no poder abrazar a los amigos”.

Los dibujos de primera infancia fueron en su mayoría referentes a Juegos, actividades al aire libre, aunque siempre con cubre-bocas, actividades de autocuidado, a distancia.

“Entienden que no va a ser el mismo”, dice Ramírez Hernández, “los niños tienen claro y viven las funciones, la función social, quieren y necesitan estar con los amigos, cambiar las mecánicas de aprendizaje, y nos demandan el trabajo de contención.”