Una de las grandes promesas del presidente electo, próximo a ocupar la máxima distinción política en nuestro país, fue la Reconciliación Nacional. Es entendible, pues, que recurra a la amnistía para favorecer ese proceso. Sin embargo, como hacer compatible este deseo con el reclamo permanente del Pueblo mexicano de que se actúe en contra de los corruptos.
El Peje ha dado señales que parecen claras, cuando dice que no meterá a la cárcel a chivos expiatorios; en todo caso, si debe de actuar en contra de los corruptos tendría que empezar con los que están al mero arriba. Por eso, aunque sea molesto, coincido con AMLO en que Rosario Robles efectivamente es un chivo expiatorio, solo hacía lo que le mandaban, y el verdadero culpable está realmente más arriba. Digamos que la clase política “gobernante” solo ha sido el puente que han utilizado los grandes corruptores para sacar ventaja de las “decisiones políticas” y obtener grandes ganancias. Por tal motivo, las últimas elecciones en nuestro país, se podría hablar de al menos tres sexenios, se han convertido en un verdadero “negocio” para los “empresarios” que le apostaron a tal o cual candidato.
Si observamos con detenimiento, tanto Vicente Fox como Felipe Calderón han pasado de ser los “grandes políticos” a verdaderas caricaturas de la Política. Algo similar ocurrirá con Enrique Peña Nieto a partir del 1 de diciembre si es que decide permanecer activo como sus antecesores. En los tres casos, sería de gran impacto mediático llevar a la cárcel a cualquiera de ellos, tal y como lo ha planteado Andrés Manuel, aunque no pasaría de ser solo un espectáculo como el que logró Salinas de Gortari cunado mandó a la cárcel a la Quina, en un afán de legitimarse después del Fraude electoral de 1998.
Aunque el Peje no requiere legitimarse, dado el aplastante triunfo electoral, si necesita dar un golpe de timón para acallar al beligerante ejército mediático de la derecha, que cada día asume un papel muy semejante al de los medios venezolanos y colombianos que tratan de contrarrestar y derrocar al gobierno de Maduro. El próximo presidente de México tendría que actuar, entonces, en contra de los titiriteros antes de hacerlo en contra de los títeres. Por ejemplo, el poderoso Grupo México, que ha sido responsable de tantas tragedias humanas, combinadas con tragedias ambientales. De hecho, se tendría que hacer una evaluación del verdadero impacto que ha tenido la actividad minera en nuestro país y hacer un diagnóstico de los beneficios y perjuicios que nos ha ocasionado.
Se debe clarificar, también, el verdadero papel que ha jugado el grupo Televisa así como las cadenas emergentes con el fin de establecer un verdadero régimen de comunicación social. Esto es, que los medios, aparte de hacer negocios, garanticen la libertad de expresión sin importar la ideología que profese quien tiene algún cuestionamiento o alguna propuesta sobre algún tema de interés político. En estos casos, los empleados como Andrea Legarreta, también serían chivos expiatorios, dado que los verdaderos responsables son los dueños de los medios informativos. En tal sentido, López Dóriga, Ciro Gómez Leyva, Pepe Cárdenas, entre otros, solo son “comunicadores” a sueldo de los intereses de los dueños del poder mediático.
Actuar en contra de los de mero arriba, si le daría a López Obrador la oportunidad de iniciar la verdadera Cuarta Transformación y propiciaría que otros niveles de gobierno, como el de Hermosillo o Nogales, dejaran de ser gobiernos de derecha disfrazados de izquierda. Claro está, eso conlleva un riesgo muy grande, tal y como el que están enfrentando Nicolás Maduro y Evo Morales en Sudamérica y que llevó a la cárcel a Lula en Brasil. Requeriría entonces, el Peje, de un gran apoyo popular, como el recibido por Lázaro Cárdenas cuando expropió la industria petrolera.
Si de algo sirve, hay que recordar que ganó con más de 30 millones de votos y que muchos de los que votamos por él no le estábamos dando un cheque en blanco. Sin embargo, si la Cuarta Transformación empieza a tomar forma, que no lo dude, estaremos de su lado por si requiere de nuestro apoyo para darle un nuevo rumbo a nuestro país. Por lo pronto, estaremos al pendiente del inicio del nuevo gobierno a partir del 1 de Diciembre.
Por: Isabel Dorado Auz