#DíasDelFuturoPasado Vol. 41

Tamaleras en Cuernavaca. Foto: El Sol de Cuernavaca.

Desatendiendo la #Cuarentena y el #QuedateEnCasa, hoy por la mañana paso por el puesto de mi vendedora regular de tamales en el barrio para comprar mi desayuno. Pido lo de siempre y mientras me los guarda en la bolsa que llevo para eso platicamos un poco. Me dice que ha pasado de hacer 50 tamales de rajas –son los que me importan, los únicos que como- a solo ocho. ¨Los suficientes para pasar el día¨ me dice mientras me da los míos.

“Yo no puedo quedarme en mi casa, no tengo ahorros, no tengo más que mi trabajo y si no vengo, pues no comemos”. No le digo nada, solo un “hasta mañana”. Mientras camino a casa pienso en el inminente momento en que tendrá que guardar su triciclo, dejar las ollas descansar y quedarse en casa, ya sea obligada por un aumento en la cuarentena o por la falta de clientes.

Entonces vendrán sus verdaderos problemas, mismos que aumentarán una vez pasado el encierro colectivo pues algo es muy claro, la vuelta a la normalidad por mas que esta sea la crisis y el eventual colapso del sistema de clases y el modelo de producción-consumo solo traerá como consecuencia un nuevo modelo económico y un nuevo sistema de clases mucho más agresivo y salvaje que el actual. No voy a ahondar mucho en esto pues es una especulación –con bases lógicas- de la cual hablaré en su momento. Lo que me interesa plantear ahora es lo que sigue después de esta pandemia/cuarentena. De cómo vamos a entrarle al colapso económico que se viene a sumar al socio-ambiental.

La situación actual genera mucho incertidumbre sobre el futuro, especialmente a la clase aspiracionista que va dejando constancia de esto en las redes sociales. La paranoia de lo que vendrá después esta ya inserta en el discurso de toda una clase que ve en peligro los privilegios que tanto le costo obtener.

Para la clase trabajadora el discurso es otro, va desde teorías conspiracionistas, a la negación del virus hasta la necesidad de mantenerse trabajando, justo como la vendedora de tamales de mi anécdota. Justo ahí es donde tenemos el mayor reto; el de construir una verdadera colectividad una vez pasada la pandemia/cuarentena, intentando no caer en la idea de que desde arriba, desde la clase que tiene el poder político y económico vendrán las soluciones. De ellos solo podemos esperar el  reforzamiento del sistema de clases, de su modelo económico, cualquiera que sea y que nada tiene que ver con nosotras, con lo que necesitamos.

Mas allá de todas las teorías sean estas conspirativas o reales, sean lanzadas desde la oficialidad o desde la radicalidad, el fracaso del capitalismo en todas sus expresiones. Los sistemas de salud y educación –que deben ser los mas importantes- han sido rebasados por la pandemia, no hay planes para una contingencia de este tamaño y se sigue priorizando la economía sobre cualquier otra actividad.

Esto en México es mas que claro al ver que los proyectos que son prioritarios para la 4T, como la refinería de Dos Bocas, el llamado Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía entre otros siguen construyéndose. La salud es importante siempre y cuando no afecte intereses económicos, es al parecer el mensaje del gobierno federal que se suma al mensaje de todos los demás países.  Una vez pasada la pandemia, el discurso de la crisis económica, los sacrificios que debemos hacer serán el nuevo discurso que nos darán donde las poblaciones mas vulneradas y la naturaleza, como siempre, son las mas afectadas.

Este nuevo escenario, que tengo que admitir no estaba previsto por aquellos que veíamos en el colapso socio-ambiental el inicio del fin para el neoliberalismo abre una ventana para que vayamos trabajando por sociedades basadas en principios de apoyo mutuo, comunalidad, colaboración colectiva, horizontalidad, pasar del egoísmo, la superioridad moral que el sistema nos ha vendido como la única forma de relacionarnos  y comenzar a vernos en la otra, actuar desde la empatía.

Que esta solidaridad que muestran algunas personas se quede como parte de nuestro día a día, que vaya mas allá del discurso oficial, de la cuarentana, que se convierta en parte de nuestro quehacer como sociedad.

Ante el colapso venidero solo queda la autogestión y la autonomía como una forma de relacionarnos entre nosotras, de lo contrario el sistema es quien sacara provecho de esta pandemia.

Entre la cuarentena y la resistencia

Abril 2020

Jorge Tadeo Vargas

Activista, escritor, anarquista, biólogo, panadero casero, coordinador de LIDECS