En las últimas jornadas de la justa deportiva la realidad social y política han alcanzado el podio.

El floretista estadounidense Race Imboden se hincó durante la premiación trás haber ganado el oro por equipos.

“Debemos pedir un cambio”, escribió Imboden en Twitter. “Esta semana tengo el honor de representar a Estados Unidos. Sin embargo, mi orgullo se ha visto truncado por las múltiples deficiencias del país que aprecio tanto. El #racismo, el control de armas, el maltrato de #migrantes y un presidente que difunde el odio están en la cima de una larga lista.
Elegí sacrificar mi momento hoy en el podio para llamar la atención sobre los problemas que creo que deben abordarse. Animo a otros a utilizar sus plataformas para el empoderamiento y el cambio “, expresó el atleta.

Por su parte, la también estadounidense Gwendolyn Berry levantó el puño al escucharse los últimos acordes del himno de su país, después de ganar el oro el lanzamiento de bala. En los Juegos Olímpicos de 1968, los corredores Tommie Smith y John Carlos, medallas de oro y bronce, levantaron el puño con un guante negro en apoyo al #BlackPower y la lucha histórica por los derechos civiles de la comunidad negra en EEUU.

“Soy gay y estoy orgulloso de serlo”

La parte más feliz de estas manifestaciones la dió el mexicano Jorge Luis Martínez quién ganó la medalla de bronce en el #patinaje de velocidad al detener el crono en 24.777 segundos. Tan pronto terminó la competencia, ondeó la bandera LGBT en Lima.

Martínez celebró llevando la bandera de México en una mano y la bandera del arcoiris en la otra. Es el primer medallista mexicano en declararse abiertamente gay.

“El amor es lo único que crece cuando se reparte: Antoine de Saint-Exupéry . Sólo he recibido muestras de cariño ¡GRACIAS!”, escribió Martínez en Twitter.