Por Isabel Dorado Auz
Volvió el destape y la cargada a Sonora, lo más representativo del viejo estilo priista se hizo presente en la entidad, ahora con rostro de Morena, para promover la candidatura de Alfonso Durazo a la gubernatura del estado.
No se guardaron las formas y poco importó que haya otros contendientes que, en teoría, forman parte del mismo equipo, me refiero a Petra Santos y Ana Gabriela Guevara. Había apuro por tender el tapete a quien consideran será el próximo gobernador. Sin embargo, para quienes hemos combatido los viejos métodos del priismo nos sorprende sobremanera que esta sea “la nueva forma” de hacer política en Sonora.
Preocupa, porque también se muestras otros rasgos del viejo priismo como esas alianzas poco éticas que llevan como único fin obtener y preservar el poder a cualquier costo. Por tal motivo, no sorprende que una “aliada” de Durazo, Célida López, haya cambiado radicalmente su postura “ambientalista” y haya pasado de “los bienes son para remediar los males” a ser la principal impulsora en la recuperación del emblemático espacio público conocido como La Sauceda, después de haber revocado el acuerdo de Cabildo del 28 de marzo que ponía en venta al Cárcamo y le abría las puertas al gobierno del estado para que le entregara a particulares 15 hectáreas del otrora Parque Recreativo.
Es triste observar que los postulados de izquierda que dicen representar sean mandados a la basura para privilegiar los acuerdos con gente impresentable y que le han hecho mucho daño al estado, me refiero a quienes son parte del padrecismo, generando una especie de mafia política que poco ayudará a sacar del hoyo en el que está inmerso el estado de Sonora. Se visualiza un quítate Tú porque voy Yo, para que todo quede exactamente igual, pero con “nuevos actores” políticos, algo parecido a lo que ocurrió en Hermosillo, Guaymas, Navojoa y Nogales, solo por mencionar algunos Ayuntamientos que, en teoría, son gobernados por Morena.
De continuar así las cosas, nos van a dejar sin una opción para votar en las próximas elecciones, tal y como sucedió en Hermosillo en las elecciones pasadas y tuvimos que votar, a regañadientes, por Célida atendiendo la petición que nos hacía el señor de Palacio, Andrés Manuel López Obrador.
Están corriendo un riesgo muy grande, ya que al final podría generarse una gran frustración que tenga como consecuencia el abstencionismo que se acaba de presentar en las elecciones de Hidalgo y Coahuila, generando las condiciones propicias para que el priismo Beltronista siga ostentando el poder en Sonora, a menos que, como se dice, ya se haya acordado el paso de estafeta y la alianza también se esté dando con las viejas estructuras priistas.
De darse tal situación, entonces seguirán siendo las cúpulas de los poderes creados, y no el Pueblo, quienes decidan mantener los privilegios de los oligarcas locales, aunque en el papel llegue al gobierno un partido de “izquierda”.
Muy mala señal para quienes soñamos con una nueva forma de hacer gobierno. Nos tocará seguir señalando las incongruencias de la “clase política” y seguir dando nuestras pequeñas luchas desde la base, desde la perspectiva de quienes estamos cercanos a la gente y palpamos el sentir del Pueblo.
*Miembro de Amigos y Amigas del Parque Madero, Ciudadanía Activa y es maestro universitario.
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