Luis Enrique Ortiz/El Breve Espacio
Lo mejor de la planilla de regidores de María Dolores del Río Sánchez es la inclusión, lo es tanto que hasta se les coló gente de MORENA. Así son las alianzas, en especial cuando eres la fuerza más grande pero no te alcanza para ganar sólo.
La candidata a presidir el próximo cabildo se auto denomina ciudadana, sin partido. El aspirante a síndico y tres para regidores son de MORENA, quien a su vez destina dos de esos espacios a reivindicar a las comunidades con discapacidades y de la diversidad sexual.
El Partido Encuentro Solidario (PES), lleva dos espacios, el del Trabajo (PT) tres; dos el Verde Ecologista de México (PVEM) y dos para Nueva Alianza (PNA), uno para cada sección sindical, por si estaban con el pendiente y por supuesto uno hombre y la otra mujer, hasta en eso son disciplinados los profes.
Llama la atención, la posición en la planilla de Stephanía Duarte Federico, la Fany Duarte pa los compas, quien representa a la comunidad lésbica de la capital de Sonora y lleva como suplente a Roxana Sarahí Romero Monroy, artista y militante comcaác de la diversidad, de trascendencia internacional, defensora de los derechos humanos.
Es más, Sara Monroy debería ser la propietaria, pero no sería políticamente correcto ya que ello lastimaría la relación con el Consejo de Ancianos de la Nación Seri.
De por sí la cosa no está tan bien, debido precisamente a eso, a la forma en que se operó la inclusión de la promotora de la cultura comcaác en la planilla de María Dolores, rudeza que no era necesaria. Es más, si MORENA quiere ser incluyente que abra las puertas a las diputaciones indígenas.
Si hubiesen hablado con Enrique Robles Barnett sobre la conveniencia de que Punta Chueca tenga dos regidoras en la mesa del ayuntamiento, se hubieran evitado muchos malos ratos. Pero ni “elubiesen” ni “elubiera” existen.
Robles Barnett tiene motivos para no colaborar con el poder yori, por las intromisiones del gobierno y las barbaridades del INPI, en suelo seri, sin embargo, como presidente del Consejo de Ancianos, tiene la sapiencia de tomar una decisión salomónica sobre los representantes al cabildo de Hermosillo y Pitiquito, que lo hace quedar como una persona razonable y negociadora, pero sin traicionar a su pueblo.
Pero se la quisieron imponer a la malagueña acusándolo de misógino a través de una campaña armada, que incluyó la colaboración de algunos medios de comunicación locales.
El tecleador mete su cuchara y dice que está bien que los seris tengan tres regidores en dos municipios, dos de ellos en Hermosillo y el otro en Pitiquito, por la comunidad costera de Desemboque.
En el proceso electoral pasado, la regiduría étnica en la Nación Seri, dio para una elección democrática en la que ganó por amplio margen y sin impugnaciones, Alberto Mellado.
Hoy, el Instituto Estatal Electoral fue quien puso las reglas y ordenó a los ciudadanos mexicanos seris, que nombren por usos y costumbres a los regidores a los que les da derecho la ley ante los municipios de Hermosillo y Pitiquito.
Sin embargo, el IEE ordenó que se aplique el criterio de alternancia de género, por lo que Enrique Robles Barnett, presidente del Consejo de Ancianos, estaba obligado por mandato de ley, a nombrar a una mujer en Punta Chueca y a un hombre en Desemboque.
Fue culpa del IEE, si se requiere encontrar un culpable, que por ejemplo se le cayese la reelección a Gabriela Andreina Molina Moreno, en Pitiquito.
Una nación con menos de 2 mil habitantes y la mitad son muy vagos y se la llevan de pata de perro por el mundo, contará con tres regidores y una composición distinta al interior de toda la etnia, con un Joel Barnett disminuido, quien desde que dejó ser gobernador tradicional ha venido a menos y lo de Gabriela, le dio la estocada.
Pocas instituciones como el IEE en el tema del reconocimiento a los derechos de los pueblos originarios y qué tacto político. Si en este proceso, se hubiese elegido en urnas al regidor o regidora étnica, es posible que hubiera habido balazos o estuviesen a punto de haberlos.
El presidente del Consejo de Ancianos, Enrique Robles Barnett, debe nombrar como lo mandata el IEE y sus usos y costumbres. Y aunque el espacio de hombre y mujer ya estaba garantizado, por tratarse de municipios distintos, la Nación Seri debió aceptar la alternancia de género, lo cual por cierto no tiene nada de misoginia.
Publicado en: breveespacio.com.mx
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