Oscar Yescas Domínguez

Existe un viejo dicho que se expresa de esta forma: “Divide y vencerás” La frase se atribuye a Julio César, un militar y político romano nacido en el año 100 a.C. El sentido de la frase reflejaba que era mucho más fácil controlar y vencer al enemigo si éste se encuentra dividido en vez de unido.

Utilizando esta estrategia los romanos cuando conquistaban algún territorio, no oprimían totalmente a los vencidos, sino que hablaban en forma particular con cada pueblo sometido y lograban que firmaran tratados en los cuales otorgaban derechos distintos y más cantidad de derechos a unos pueblos que a otros, con lo que provocaban envidias y recelos entre los pueblos sometidos, de tal forma que esta estrategia garantizaba la imposibilidad de que los pueblos sometidos llegaran a unirse en contra de los romanos.

La negativa que se ha observado recientemente de algunas mujeres a aceptar la participación de hombres marchando en manifestaciones de grupos de feministas responde a esa estrategia del “divide y vencerás” que sólo tiende a beneficiar a quienes han estado detrás del poder económico político y social y en consecuencia, responsables de múltiples problemas sociales, entre ellos la violencia hacia las mujeres.

Si analizamos la historia de la humanidad podremos ver que se han visto una serie de movimientos de liberación social a lo largo de la misma, pero al hacerlo debemos tener presente que la historia no es solo el conjunto de hechos del pasado, sino que la historia que el día de hoy está haciéndose y la historia que está por hacerse el día de mañana.

Pero sobre todo debemos tener claro que la historia no es hecha por Dios o alguna divinidad creada por el hombre, la historia la creamos los hombres y las mujeres a través de nuestra participación social en los distintos grupos sociales, organizaciones y comunidades de las cuales formamos parte.

Todos los días hacemos historia, ¿recuerdan el lema con el que el pueblo de México encabezados por Morena y Andrés Manuel López Obrador derrotaron al Pri y al Pan en las elecciones presidenciales del 2,018? “Juntos haremos historia”. El triunfo del pueblo mexicano fue posible gracias a la unidad que presentaron millones de mexicanos antes y después del día de las elecciones.

De la misma forma que los mexicanos logramos cambiar el poder político en nuestro país, actuando en forma unida y organizada, a lo largo de la historia diversos movimientos colectivos lograron conquistar derechos laborales, humanos y sociales que posteriormente fueron institucionalizados y consagrados en nuestra constitución política.

Las libertades y los derechos que hoy disfrutamos fueron arrancados al sistema o grupo que en su momento estaba en el poder e impuestas por las luchas de movimientos colectivos En ese sentido son creaciones humanas, son producto de la acción humana, son conquistas logradas por movimientos colectivos que lograron cambiar el curso de la historia.

Hoy en día, en el inicio de la década del 2,020, la historia contemporánea se caracteriza por la existencia de una gran crisis social que se manifiesta en la crisis de las instituciones que conforman el Estado y que afectan el conjunto de relaciones sociales. La existencia de esta crisis nos obliga a recuperar una de las creaciones más importantes de la historia que es la capacidad que tiene la sociedad de cuestionarse a sí misma. Una capacidad de crítica social que se ha ido perdiendo en la medida de que se ha ido consolidando un conformismo generalizado de la población en todos los aspectos: político, económico, cultural, de consumo, etc.

Bajo esa perspectiva debemos situarnos como autores críticos y sujetos históricos (en el sentido de que hacemos historia) para poder contribuir a que lo que hoy es, pueda ser de otro modo el día de mañana.

Defender la lucha feminista como un acto que sólo pueden realizar las mujeres refleja desconocimiento de la historia y falta de perspectiva de las raíces que originan la violencia hacia las mujeres. Los feminicidios, las violaciones, la prostitución femenina tienen un origen estructural, son parte misma del sistema de explotación económica que padecemos hombres y mujeres.

Vivimos un momento de la historia en el que nunca antes se había hecho comprar y vender tanto, porque estamos en la era del consumo. Pasamos del homo sapiens donde utilizábamos el pensamiento como seres humanos racionales, al homo videns, manipulados por la televisión y los medios electrónicos, dejando atrás el pensamiento porque no se necesita pensar para ver Netflix, programas de televisión, películas, o navegar en redes sociales. Hemos llegado a convertirnos en el homo consumens, donde nuestra felicidad está en función de nuestra capacidad de consumo y estamos confundiendo calidad de vida con capacidad de consumo.

La sociedad de consumo en la que vivimos convierte todo en mercancía, el sistema tiene una asombrosa habilidad para engullir aquello que lo cuestiona, que se rebela para convertirlo en un producto más, en una mercancía que se vende. Dentro de lo que se vende está la imagen de la mujer asociada con atributos sexuales, la máxima cualidad que se reconoce en las mujeres es su belleza y esto llega al grado de cosificar a las mujeres para convertirlas en objeto de consumo dirigido al mercado de los hombres.

De ahí proviene la práctica de la prostitución, del secuestro y trata de blancas que sufren miles de mujeres destinados a un mercado conformado por hombres. La pornografía difundida ampliamente en redes sociales contribuye esta distorsión de la sexualidad humana, al reducirla a la sola práctica del sexo en el cual la mujer está destinada a ser el objeto del placer sexual del varón que la posee.

La pornografía es hoy en día la principal fuente de aprendizaje sexual de millones de jóvenes de las nuevas generaciones, ya que no existen programas de educación sexual integral en el sistema educativo formal que contribuya a la creación de la equidad de género. Lo padres se niegan a que sus hijos reciban educación sexual porque tienen esa concepción distorsionada de que la sexualidad humana es sólo el acto sexual, pero no pueden controlar lo que sus hijos ven en internet.

La prostitución es un problema estructural porque surge por motivos económicos fundamentalmente, quien se prostituye no lo hace “porque le gusta”, es obligada a hacerlo por la crisis económica y social que estamos padeciendo.

El acoso sexual callejero, los manoseos en transporte colectivo, la inseguridad de nuestras mujeres cuando caminan solas por las calles no es porque todos los hombres seamos los malos, es parte del sistema capitalista que ha convertido la sexualidad humana en una mercancía más que puede vender y ha logrado convertir a la mujer en un objeto sexual.

Todo sistema social tiene un sistema cultural que lo hace funcionar, la Antropología lo ha demostrado fehacientemente. La cultura de nuestra sociedad actual tiene una ideología patriarcal y machista, difundiendo y promoviendo la reproducción de roles sexuales estereotipados, basados en una desigualdad de género y una doble moral sexual en la que la mujer es considerada un ser inferior al hombre y se encuentra al servicio del mismo.

El hombre tiene muchas más ventajas por ser hombre que las ventajas sociales que tiene la mujer. De hecho simplemente ser mujer es ya una gran desventaja en nuestra sociedad, porque se convierten en objeto de abusos de todo tipo y tienen muchas más limitaciones de desarrollo que los hombres a su alrededor.

Estas desventajas han existido a lo largo de la historia de la humanidad y Federico Engels lo demostró en su libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, cuando la mujer perdió la libertad que tenía en el comunismo primitivo y se le impuso la monogamia que garantizara que los hijos que tenía, fuesen de quien la tomó como su pareja y de nadie más y así los hijos podían heredar los bienes de su padre.

Hombres y mujeres somos víctimas del mismo sistema de explotación capitalista, obviamente las mujeres llevan la peor parte en este sistema de opresión, pero no podemos separar la lucha feminista de la lucha por la liberación social de hombres y mujeres del sistema que genera cada día una mayor desigualdad social, sin importar si eres hombre o eres mujer.

Entender la historia del pasado nos permite comprender que la historia la creamos juntos hombres y mujeres a través de nuestra participación en movimientos colectivos de liberación social. Necesitamos trabajar juntos hombres y mujeres para crear nuevas imágenes de lo que significa ser hombre y lo que significa ser mujer. Podemos empezar por cuestionarnos a nosotros mismos y analicemos las ventajas y desventajas que tiene actualmente ser hombre y las ventajas y desventajas que tiene ser mujer.

El aumento de la violencia hacia las mujeres continuará su espiral en ascenso porque forma parte de las manifestaciones de la crisis social en la que nos encontramos y las mujeres son seres humanos más indefensos de lo que somos los hombres. Separar la lucha feminista de la lucha por una liberación social de hombres y mujeres constituye un error que sólo conducirá a prolongar la violencia hacia las mujeres al restar el apoyo social que pueden obtener de aquellos hombres que están dispuestos a participar en la lucha por una verdadera transformación social.

No es necesario ser mujer para declararse feminista, tan sólo basta tener sensibilidad social, empatía social, consciencia de clase y una claridad política para percibir que la explotación social y la violencia hacia las mujeres no es cuestión de géneros.

Esta claridad debe hacernos ver que el día de hoy nos encontramos ante dos fuerzas que conforman la dinámica social contemporánea. Por un lado se encuentra el proyecto capitalista demencial que ha surgido con el fenómeno de la globalización, que amenaza con seguir el camino que nos lleva a la autodestrucción si seguimos con esta dinámica de producción masiva y consumo masivo, que implica la destrucción del medio ambiente, la explotación desmedida de recursos naturales, la contaminación ambiental, el ecocidio y la sobre explotación humana que ha generado el crecimiento de una desigualdad social como nunca había existido.

Por el otro lado, se encuentra un proyecto individual y colectivo, todavía en construcción, que implica la lucha por la transformación de esta realidad adversa que nos tocó vivir y busca la liberación del ser humano de las cadenas que hoy nos mantienen bajo opresión.

No es gratuito que en el año que acaba de pasar, se hayan dado revueltas populares por parte de la población de varios países que son objeto de la aplicación de políticas neoliberales que pretenden eliminar derechos y prestaciones que fueron conquistados a través de la lucha del pueblo organizado. Estamos en el marco de la crisis de un sistema en agonía que pretende seguir enriqueciendo de manera demencial a unos pocos a través de la explotación de millones de personas en el mundo entero.

La historia es una creación humana y una de sus creaciones es nuestra capacidad de autocuestionarnos, de usar la crítica social. A través de la crítica social podemos construir nuestra autonomía individual y colectiva, que utilizando la crítica social podemos crear una auténtica democracia.

El sistema social en el que vivimos no es una democracia, se vive la falsa ilusión de la democracia porque tenemos solo un día de libertad: el día de las elecciones. Construyamos juntos, hombres y mujeres, a través de la participación conjunta en movimientos colectivos, levantando nuestras banderas de lucha, hermanados en la construcción de un mundo mejor, teniendo presente que coexistimos en un régimen social en el que se da la interacción de dos fuerzas sociales: la lucha de las fuerzas sociales que responden a los intereses de los estratos que tienen el poder económico y desean recuperar el poder político en México y las fuerzas sociales que a través del cuestionamiento social y político luchan por una verdadera transformación social.

La lucha por la liberación social ocupa necesariamente de la participación de hombres y mujeres. La lucha feminista será feminista o no será, es verdad, pero no confundamos esta última frase que significa que la liberación social debe incluir necesariamente la liberación de la mujer de las condiciones de opresión que padece en el marco de una sociedad patriarcal y machista. En ese sentido, la lucha por la liberación de las mujeres, es también la lucha por la liberación del hombre de los comportamientos aprendidos en base a roles sexuales estereotipados. Una democracia sin respeto a los derechos de la mujeres, no es democracia. La construcción de un mundo mejor es labor conjunta de hombres y mujeres participando juntos en la construcción de nuevas imágenes de lo que significa ser hombre y lo que significa ser mujer. No permitamos que fuerzas políticas que se han caracterizado por estar en el poder y han ignorado la violencia hacia la mujer se apoderen de las banderas de la lucha feminista.

Referencias:

Notas para comprender la sexualidad humana

Yescas, Oscar 15 de julio 2,014

https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/08/notas-para-comprender-la-sexualidad.html

El amor en tiempos líquidos

Oscar Yescas Domínguez 11 de febrero 2,020

https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/02/el-amor-en-tiempos-liquidos-oscar.html

La construcción social de la equidad de género

Oscar Yescas Domínguez 22 octubre 2,018

https://oscaryescasd.blogspot.com/2018/10/la-construccion-social-dela-equidad-de.html

En defensa de las mujeres

Oscar Yescas Domínguez 8 de agosto del 2,019

https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/08/endefensa-de-las-mujeres-oscaryescas.html

La revolución del siglo XXI tiene rostro de mujer

Oscar Yescas Domínguez. 25/agosto/2,019

https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/08/larevolucion-del-siglo-xxi-tiene-rostro.html

El aborto como derecho humano de toda mujer

Oscar Yescas Domínguez 28 de septiembre de 2,019

https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/09/elaborto-como-derecho-humano-de-toda.html

Día internacional contra la violencia de género

Oscar Yescas Domínguez 25 noviembre 2,018

https://oscaryescasd.blogspot.com/2018/11/dia-internacional-contra-la-violencia.html

¿Liberación femenina o liberación social?
Oscar Yescas Domínguez 5 marzo 2,019

https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/03/liberacionfemenina-o-liberacion-social.html

La educación en sexualidad humana como contribución al cambio social

Oscar Yescas Domínguez 13 de mayo del 2,014

https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/06/la-educacion-en-sexualidad-humana-como.html

Moda femenina y sexualidad: un enfoque psicosocial

Oscar Yescas Domínguez 25 octubre 2,006

https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/06/moda-femenina-y-sexualidad-un-enfoque.html

Publicado originalmente en: https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/02/noes-necesario-ser-mujer-para.html