Carta a mis amigas y amigos de Puerto Libertad:

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Aprendí más con Ustedes que con todas las vueltas a Chapingo, sobre todo el valor de la organización para lograr fines tan importantes como comer sano, fresco, abundante y con el sudor de su frente.

Quienes han logrado cosechar producto de los conocimientos compartidos, por cierto, cada vez mejor, han pasado a segundo de primaria en materia de producción orgánica, nutrición (humana y vegetal), salud, microeconomía y seguridad alimentaria.

Los resultados muy satisfactorios, tirando a perfectos, revelan un grupo que sabe lo que quiere, le echa muchas ganas y hace más de lo que le toca hacer, tal vez esa sea la clave de tanto éxito: zanahorias, tomates, cilantro, acelgas, rábanos, apio, chiles, calabaza, betabel, son sólo algunos de los que recuerdo que hemos compartido con nutrida evidencia gráfica.

Estos se unen a otras experiencias, con casos muy avanzados con incursiones en la producción hidropónica, incluso, de manera casera y experimental.

Recuerden, la técnica dice: sol directo al menos de octubre a mayo y si quieres producir durante mayo, junio, julio, agosto, septiembre lo más probable que -excepto la berenjena y la verdolaga- necesites la media sombra de algún mezquite o de plano una malla agrícola de al menos 40%.

El suelo de cultivo se degrada con la actividad agrícola por la masiva extracción de nutrientes, es por ello que dicha superficie debe ser regenerada constantemente. En el caso de los huertos caseros o comunitarios, la regeneración debe llevarse al cabo cada seis meses por lo menos.

Bocashi lo más recomendado sin duda, pero la buñiga de animales de granja compostada, más ceniza vegetal, son excelentes suplementos, sobre todo si adicionan cáscaras de plátano y similares, bien secas, casi tostadas.

Un saco de esta revoltura perfectamente compostada, se puede mezclar con otro de tierra de mezquite y otro del suelo donde se va a sembrar.

Unas tres paladas de ceniza vegetal y si consiguen, una palada no muy copeteada de harina de rocas y otra de harina de jaiba, esta última es el mejor aliado contra la salinidad, es decir que con esta casi pueden producir a la orilla de la playa.

Aprendieron a sembrar e identificaron la eficacia y eficiencia del uso de sustratos inertes en la germinación para la producción de plántula. Conocieron la importancia de la Luna en el ciclo productivo de la vida a partir de la semilla.

Para el combate de casi todas las plagas tienen, manejan y saben producir opciones agroecológicas como el repelente cuasi universal de ajo y clavo, hasta el sulfocálcico y el agua de vidrio. No requieren usar agrotóxicos que se meten al cuerpo al manejarlos y peor al ingerirlos causando enfermedades.

Todo ha salido muy bien, pero una de mis partes favoritas es que Ustedes están intercambiando excedentes de comida orgánica producida localmente. Más de uno, en poco tiempo aprenderá a producir para cubrir una parte de la creciente demanda de alimentos en la comisaría de Puerto Libertad.

Nos vamos a ausentar un par de meses, aprovechen para perfeccionar sus habilidades en la elaboración de suelo a partir de distintos tipos de compostas.

El rápido crecimiento económico de la región, puede demandar más de lo que creen, que el futuro no los agarre fuera de la base.

No rompan su alianza con los promoventes, ni con los puentes tendidos que nos han permitido demostrar que se puede tener soberanía alimentaria en el desierto. Es importante que les hagan saber, que el agua estará en el centro de los problemas de mediano y largo plazo en la comunidad.

Aprender a producir con más eficiencia hídrica, será en pocos años la diferencia entre producir y no hacerlo. No quiten el dedo del renglón, el agua ya es un problema.

Por lo pronto ¡hasta la victoria siembren!✌️✌️✌️

La Pala y El Talacho

Luis Enrique Ortiz.

Publicado en: https://www.facebook.com/luisenrique.ortiz1