Partera tradicional. Foto: https://cntamaulipas.mx/

Esquina Izquierda

Por: Manuel Alberto Santillana

1. Agradezco la generosidad del CONACYT, El Colegio de Sonora y del Seminario Perspectivas de la Fitoterapia y la Medicina Tradicional en México y el Noroeste, por la invitación a este conversatorio.*

2. El punto básico de toda esta propuesta es la articulación de un programa de corte horizontal que pueda ser aplicado en el Modelo IMSS-BIENESTAR, que será por decreto presidencial desde ya el modelo operativo de lo que se pretendía fuera el INSABI. Resaltamos que debe ser de corte horizontal y bidireccional en cuanto a conocimientos y prácticas de la fitoterapia y la medicina tradicional mexicana. Esencialmente para que pueda ser recolectado, pero a la vez aplicado en las clínicas y hospitales del modelo IMSS Bienestar. Lo anterior en virtud de que aproximadamente la mitad de las clínicas se encuentran ya en zonas indígenas y varios de los hospitales a medio construir dejados por las administraciones federales anteriores se encuentran en esas zonas o cercanos. Podemos proponer que el cuestionario elaborado para el estudio de la fitoterapia yaqui, puesto a prueba en el estudio actual, pueda ser aplicado con sus respectivas adecuaciones de cada región en estas clínicas y hospitales. Desde luego, esto implica la respectiva preparación y capacitación al personal de salud interesado (Médico/as, enfermera/os, trabajadora/es sociales o promotores/as de salud) en el conocimiento, el rescate, pero también apoyo para su implementación dentro del sistema IMSS-Bienestar.

3. Otro punto que puede articularse y gestionarse su apoyo es que los jardines, plazas o terrenos cercanos a las clínicas u hospitales del sistema IMSS-BIENESTAR puedan ser utilizados como Herbarios medicinales. Para esto la idea es que se gestione por promotores locales, en colaboración con los directivos de cada clínica u hospital IMSS-BIENESTAR incluirse en el programa de apoyo Sembrando vida, que sostiene el gobierno federal. De tal forma que no sólo se apoye económicamente su creación sino que, incluso pueda ser fuente de eventuales y posibles recursos económicos para quienes cultiven las plantas, arboles o productos de la fitoterapia. Como el punto anterior, esto implica la respectiva preparación y capacitación al personal de salud interesado en el conocimiento, el rescate, pero también apoyo para su implementación dentro del sistema IMSS-Bienestar, a la vez que la capacitación de los miembros de la comunidad en la creación de un herbario medicinal, su sostenimiento y desarrollo.

4. El otro punto tiene que ver con las condiciones contractuales de los médicos, enfermeras y el personal de salud de apoyo. Porque si se quiere contar con ese personal en las condiciones contractuales actuales del IMSS, y que se vayan médicos o enfermeras o técnicos radiólogos a hospitales o clínica del IMSS-Bienestar, contarán con poca gente. Porque el actual Contrato colectivo de Trabajo del SNTSS-IMSS, posterior a la reforma laboral impuesta por la Ley Beltrones, eliminó muchas condiciones salariales y prestaciones atractivas para laborar. Y así, un médico especialista, aunque esté desempleado, no ve atractivo al irse a una zona serrana aislada, pobre y en condiciones inseguras. Y menos aún el personal de enfermería o de apoyo porque sus salarios son menores. En pocas palabras, si no se incrementan y/o mejoran las condiciones de contratación para irse a zonas aisladas, pobres y poco seguras, o sea la mayoría de zonas indígenas, no se irán. Para esto se hace necesario que haya cambios en los contratos colectivos de trabajo y en la legislación de la Ley del IMSS para que asegure mejores condiciones contractuales para el personal que labore en las clínicas y los Hospitales IMSS-Bienestar.

5. Por último, el mayor reto es la modificación del modelo de atención médico curativo enfocado sólo en la consulta médica clínica y la terapéutica basada solo en medicamentos industriales y en la cirugía. Es necesario modificar el actual esquema biomédico de atención que, en vez de tratar de curar en las clínicas y hospitales, haga un esfuerzo de salir a la comunidad a realizar acciones de medicina preventiva. Dicho de otra forma, si el IMSS-BIENESTAR no sale a la comunidad a hacer acciones de Educación para la salud, higiene comunitaria y doméstica en colaboración con los líderes comunitarios y las autoridades municipales; así como una detección temprana de enfermedades o factores de riesgo individual en las familias como el sobrepeso o la ingesta excesiva de alcohol, calorías o colorantes; y la promoción de actividad física, de la lectura de libros, expresión adecuada de emociones, definición de límites y derechos interpersonales, como prevención de adicciones y/o violencia de género o infantil; pues no se dará abasto en su consulta. De hecho, ese es uno de los problemas fundamentales del IMSS, el ISSSTE y todo el sistema de salud mexicano que, bajo el modelo biomédico de atención actual, esperan a que el paciente ya esté enfermo para atenderlo en la clínica u hospital. O sea, el Modelo más caro e ineficiente reproducido en regiones más pobres del país. Esto debe cambiar.

* Artículo leído el 12 de Mayo en el Seminario Perspectivas de la fitoterapia y la medicina tradicional en México y su noroeste.