Pueblo de Sonora.

Sr. Presidente Andres Manuel López Obrador.

Gobernador de Sonora Alfonso Durazo M.

Secr. de la Defensa Nacional Gral. Luis Cresencio Sandoval.

A todas las autoridades responsables:

Si bien es cierto cualquier obra ocasiona un impacto ambiental, también es cierto que tanto las autoridades como las empresas que desarrollan esa obra deben procurar el menor daño posible.

El problema en nuestro país, es que nuestros socios comerciales y el G20 siguen considerando a México unos su patio trasero y otros el destino de sus residuos tóxicos.

En el llevado y traído tema del “tren fantasma”, vemos que en épocas electoreras suceden milagros y entonces reconocidos personajes a quienes nunca les importó el cuidado de derechos humanos, salud y medio ambiente, sino todo lo contrario, hoy ondean la bandera ambiental como sus más férreos defensores.

Y está bien, especialmente que abordan muchas verdades, pero viniendo de estas personas simplemente no se cree, lo bueno es que solicitan y pueden dar información importante, hasta que les lleguen al precio.

Es necesario que todas las autoridades involucradas, sepan, que seguramente lo saben, deben de tomar en cuenta a los directamente afectados con antelación no cuando ya hayan iniciado o terminado el proyecto.

En un principio pensé que sería un tren de pasajeros acatando todo lo ordenado por la ley y cuidando Nogales sin afectar otras áreas, me dio mucho gusto, es necesario un ferrocarril de pasajeros por todo lo que ello implica, pero con tristeza veo que será un tren de carga, o sea, ¿nuestro Ejército Nacional está haciendo una obra para Ferromex? no me debería de extrañar, ya sabemos que las autoridades acostumbran hacer obra privada con dinero público con cualquier pretexto, que habrá desarrollo económico, que son empleos etc., etc. miles de bondades más que nunca son realmente en beneficio de nuestro pueblo.

Grupo Mexico, un corporativo que ha ofendido y dañado tanto a Sonora, no conforme con haberse quedado con el ferrocarril de la nación en contubernio con Zedillo, de haber contaminado nuestra tierra, agua, aire, sin mencionar las injusticias laborales que son muchas, los daños a las viviendas en Cananea, el acaparamiento de pozos de agua en la región, etc., etc . Ahora les facilitamos las vías para su tren.

El pretexto en este caso es sacar las vías del tren de la ciudad de Nogales, esto está bien, pero hagan las cosas correctamente, como lo ordena la ley y sin afectar a terceros.

Las indemnizaciones a los directamente afectados igual deben de ser justas, sin daño a las familias, ubicarlas en sitios adecuados, no vayan a estar como cuando se hicieron las obras de la presa Plutarco Elias Calles, donde se inundaron tres pueblos Batuc, Tepupa y Suaqui, teniendo que salir sus habitantes y a muchos de ellos no se les pagó la indemnización convenida.

Tenemos la obligación todos, especialmente las autoridades de hacer las cosas correctamente, desgraciadamente las autoridades no obstante que deben de ser el ejemplo a seguir, generalmente han fallado, que hoy se vea la diferencia.

Soy nieta de ferrocarrileros, amo el ferrocarril, mi tierra y mi pueblo, por eso les pido hagan las cosas bien, no se sujeten a las órdenes o “sugerencias” de aquellos que han devastado nuestro Estado, por mencionar solo a Sonora.

Respetuosamente.

Rosa María O’Leary.

Foto: Formatosiete.